Mi primera novela: El olor de los ausentes, ya es una realidad. Está camino de imprenta gracias a la editora Elena Morales y a su editorial Escritura entre las nubes.
Estoy muy contenta por el trabajo realizado y solo faltan unos meses para empezar las presentaciones, la promoción y la venta en librerías.
Os mantendré informados. Sé que muchos de ustedes esperaban esta noticia desde que cerré la gaveta para escribirla. El proyecto ya nació y, en breve, se presentará en sociedad.
Muchas gracias por vuestra paciencia y apoyo. Espero no defraudar con este mi primer trabajo en solitario.
Y para abrir boca os dejo una reseña de la reconocida escritora Ana Joyanes:
El olor de Rosa es el olor de todas las rosas. Quintaesencia del amor y
del deseo. No cabe otro anhelo en su alma.
¿A qué huele la ausencia?
¿Y el dolor?
El olfato es el sentido
primigenio, el que nos alerta de los peligros y nos trae el pasado al presente.
En “El olor de los
ausentes” el olfato se hace dueño y señor de la historia, trasciende de su
función para erigirse en metáfora y materia, para invadir cada resquicio de las
almas de los protagonistas y de quienes asistimos al devenir de sus vidas.
Unas vidas que comienzan
con dolor:“Su vientre explotaría, seguro que iba a explotar de un momento a
otro”, y avanzan entre las brumas de los deseos no satisfechos y las dudas,
a través de la pasión y la cobardía, del abandono y el encuentro. Y los olores.
Personajes perdidos en sus
soledades, inmersos en el claroscuro de las verdades ocultas y las obsesiones,
confundidos en su necesidad de amor, embotados por las esencias que imprimen sus
recuerdos y anhelos.
Dos obsesiones marcarán la
vida de Rosa y Juan. Rosa busca el rastro de su madre, Juan, el aroma de Rosa.
Y frente a ellos, de
espaldas a ellos, la pasión de Juan Arteaga por Alma, su voyeurismo emocional, su necesidad siempre silenciada.
La cara y la cruz, relaciones
cruzadas, tangenciales, que se rozan apenas, sin llegar a contactar más que
para dejar el regusto acre de lo que pudo ser.
Los protagonistas de “El
olor de los ausentes” aspiran a la
redonda magia de la felicidad y persiguen su aromática estela como el
adicto que necesita su dosis.
Con una prosa enérgica y
precisa, de imágenes potentes y lirismo bien dosificado, Inma Vinuesa crea en
“El olor de los ausentes” una historia distinta, original en su concepción y
desarrollo, rebosante de sentimientos y sensaciones, donde el olor es el pilar
básico alrededor del cual pivotan los acontecimientos, que se arremolinan y se
nos cuelan en los sentidos como esos aromas que inundan la vida de sus
personajes.
Olor a humo y a rosas, a
claveles blancos y orégano, a cola de gato, acalifa y brezo.
¿A qué huelen la obsesión
y las dudas?
¿A qué huele el amor?
Ana Joyanes
Romo